Cambio radical

Tal como os conté, mi propósito para el blog para 2014 es una lavada de cara general y transformarlo en algo mucho más personal. Para ello, ya os anuncio, aunque se está haciendo evidente, que abundarán los DIY (para los profanos y no adictos, do it yourself; y para mi amiga Montse, que siempre se queja de tantas palabras inglesas, hazlo tú mismo).

Otro de los temas habituales va a ser la cocina. Por todos es conocido que no me gusta nada cocinar y que Chico se encarga de esta ardua tarea. Pues bien, a partir de ahora, me he propuesto hacer mis pinitos con alguna recetita, no esperéis demasiado. Además, cuento con la inestimable ayuda y los secretos de mi futrua suegra: ¡bomba! nos casamos en un par de meses. Así que la boda también formará parte del blog, irremediablemente, siempre en relación a las manualidades y al Made in Spain que tanto me gusta.

En relación a todo esto, llevo un tiempo entre dos blogs y tal vez sea hora de hablaros de ello. Hace ya un año que creé otro blog, Cuando se pasa el arroz, en el que expongo todo lo que me pasa por la cabeza, una especie de diario de todos mis pensamientos más alocados y, como consecuencia, porque me he dado cuenta de que mis intentos de hacer manualidades, mis experimentos en la cocina y otras ideas varias que ya iréis conociendo, he decicido centrarlos en este blog que ya conocéis, que estaba algo abandonadillo (tal vez por falta de interés).