Palmeritas caseras

Hoy he tenido una visita en casa, ha venido mi madre, o sea, que lo tenía todo impecable y, además, me he inspirado y de buena mañana he hecho unas palmeritas o algo parecido para desayunar juntas, y parece que han triunfado, porque no ha quedado ni una.

Ingredientes:

• Pasta de hojaldre (la venden ya hecha).
• Azúcar, al gusto.
• 1 huevo.

Con las manos en la masa:
Primero de todo, precalentar el horno, entre 200 y 220 grados (dependiendo del tiempo que se tenga). Mientras se calienta, estirar la masa sobre una superficie plana y espolvorear el azúcar por encima, totalmente al gusto, yo no eché demasiado. Una vez echas el azúcar, pasar por encima el rodillo, sin intentar expandir la masa, solamente para asegurarse de que el azúcar queda bien impregnado. Hacerlo por cada lado un par de veces.

Una vez azucarado, dividir en dos la masa y enrollar cada mitad. Cortar en rodanchitas de medio centímetro (o de un centímetro, a mí me gustan los cosas pequeñitas). Cada dos trozos, o cuatro (que ha sido mi caso), dependiendo si quieres una palmera al uso, o intentar hacer una especie de maripositas amorfas (nunca he tenido demasiada gracia con lo artístico); colocarlas en la bandeja, previamente cubierta por papel de pastelería (ya viene en el paquete del hojaldre) y pintar por encima con huevo, sobre todo, solamente por encima. Meter en el horno y dejar unos 10 minutos, o cuando esté doradito, se ve muy claramente.
Bueno, no es una obra de arte, pero mi madre se ha chupado los dedos, no se lo esperaba.