Ingredientes:
- 1 barra de pan
- 1 litro de leche
- 1 rama de canela
- 100 gr de azúcar
- Piel de 1 limón
- 3 huevos
- aceite de girasol u oliva
- canela molida
- azúcar
Ponemos la leche, la ralladura del limón (intentad que no haya blanco, amarga) y la rama de canela al fuego en un cazo. En cuanto hierva, lo retiramos del fuego y le añadimos el azúcar, se remueve un poco y listo. Una vez esté frío, retiramos la piel y la canela. Si el pan es como el mío, todo irá estupendo, si es una barra normal y corriente, tendrá que estar duro para que no se quede demasiado blando. Cortamos el pan en rodajas de unos 2 cm. y lo ponemos en una bandeja y lo bañamos con la leche (no toda, reservaremos un poco). Previamente, habremos batido los huevos en un plato.
Ponemos a calentar aceite en una sartén, bastante aceite, suficiente como para que cubra por la mitad las rodajas de pan. Una vez caliente el aceite, rebozamos con el huevo el pan y lo ponemos a freír. Cuando las rebanadas estén doradas, les damos la vuelta. Las retiramos cuando estén doradas por ambos lados, las ponemos con papel absorbente, para que chupe el aceite sobrante.
Para servir, se pueden comer así directamente o bien, con la leche sobrante, bañarlas justo antes de comer, incluso añadirle un poco de canela en polvo o azúcar, al gusto de cada uno. A mí así, directamente, ya me gustan.
Me gustan mucho las torrijas!! Pero justo he empezado la operación biquini (lo sé, ríete) y serían una tentación muuuuy grande. ;) Muak!!!
ResponderEliminarñam ñam!! me da vergüenza admitirlo pero ¡nunca he comido torrijas!
ResponderEliminarQue ricas!!! Solo las hago en Semana Santa. Afortunadamente.
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