lunes, 14 de septiembre de 2009
martes, 8 de septiembre de 2009
Lo siento
Lo siento.
De verdad.
¿Me entiendes ahora?
Qué fácil es estar tan cerca de la locura...
Te quiero.
De verdad.
¿Me entiendes ahora?
Qué fácil es estar tan cerca de la locura...
Te quiero.
domingo, 6 de septiembre de 2009
Quédatelo tú
Esto toca a su fin.
Hace unas semanas decidí que no quería volver a verte, que sólo nos hacíamos daño el uno al otro, y te lo dije. Durante unos días no me dijiste nada, eras feliz, no te importaba porque en ese momento yo era totalmente secundaria, y sufrí en soledad lo que muchos llaman el duelo.
Después de esos días de éxtasis te diste cuenta de que yo existía, y entonces volviste a preocuparte por mí. Hoy te lo he comentado y me has dado la razón, me has dicho que hay veces en que uno debe quererse más a uno mismo (literal), pues bien, ha llegado el momento de empezar a quererme un poco, ¿no?
Te he estado observando, no hay nada en ti que siga amando; sólo algunas veces, como el dia de hoy, vuelves a ser ese amigo que tanto recuerdo y que desaparece tras una amargura constante. Te atreves a decirme que sólo te aporto negatividad, que olvide el pasado. El pasado es lo que sostiene una amistad, ¿lo entiendes?
Creo que tengo tanto dolor dentro de mí que es imposible mirarte a los ojos y no sentir algo de rencor. Intento contenerme, no abusar del sarcasmo, pero es mi única defensa para no hundirme, para no odiaros, así que no puedo evitarlo, ¿no crees? sería malsano.
Lo siento, tengo que empezar a quererme.
Contrariamente a lo que crees no te deseo mal alguno, ni a ella, es sólo que no puedo mirarte a los ojos y seguir disculpándote, ni soportando tu melancolía, tus días malos, tus ataques de ira. Me siento anulada.
Hace unas semanas decidí que no quería volver a verte, que sólo nos hacíamos daño el uno al otro, y te lo dije. Durante unos días no me dijiste nada, eras feliz, no te importaba porque en ese momento yo era totalmente secundaria, y sufrí en soledad lo que muchos llaman el duelo.
Después de esos días de éxtasis te diste cuenta de que yo existía, y entonces volviste a preocuparte por mí. Hoy te lo he comentado y me has dado la razón, me has dicho que hay veces en que uno debe quererse más a uno mismo (literal), pues bien, ha llegado el momento de empezar a quererme un poco, ¿no?
Te he estado observando, no hay nada en ti que siga amando; sólo algunas veces, como el dia de hoy, vuelves a ser ese amigo que tanto recuerdo y que desaparece tras una amargura constante. Te atreves a decirme que sólo te aporto negatividad, que olvide el pasado. El pasado es lo que sostiene una amistad, ¿lo entiendes?
Creo que tengo tanto dolor dentro de mí que es imposible mirarte a los ojos y no sentir algo de rencor. Intento contenerme, no abusar del sarcasmo, pero es mi única defensa para no hundirme, para no odiaros, así que no puedo evitarlo, ¿no crees? sería malsano.
Lo siento, tengo que empezar a quererme.
Contrariamente a lo que crees no te deseo mal alguno, ni a ella, es sólo que no puedo mirarte a los ojos y seguir disculpándote, ni soportando tu melancolía, tus días malos, tus ataques de ira. Me siento anulada.
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