Dicen que ahora está muy de moda lo de reciclar y reutilizar, pero recuerdo que ya en el cole, allá por finales de los 70, recogíamos el papel y hacíamos las mil manualidades, que no había mucho presupuesto, aunque sí inventiva y creatividad.
Pues más o menos de eso os quería hablar, nada moderno, recordar algunos truquitos de abuela, que siempre van bien para la casa (y para todos los ámbitos, como mínimo los que me daba mi abuela). Supongo que para trucos de posguerra iba genial, aunque esté algo manido, a veces te saca de algún que otro apuro, como el hecho de usar las mondas de patatas como si fueran patatas, y como ejemplo de que no está en desuso, os dejo un enlace a una de las muchas recetas que hay colgadas en Internet. Es que ni Chicote puede superar eso.
Pasa algo parecido con las pieles del limón, que tanto uso le podemos dar, como usarlo para dar más sabor a un pastel, para condimentar la ensalada, y para cosas más banales, aunque sí más funcionales, para quitar los olores del microondas, es ideal: meter un cuenco con agua y cáscaras de limón, luego huele de maravilla y es más fácil limpiarlo. Pues hasta aquí mis cosas caseras, vuelvo prontito.
Uf, ¡cuánto tiempo! He estado algo out, pero he vuelto para quedarme, o eso espero, porque toca veranito y tiempo libre, así que me será muy fácil sacar un ratillo para hacer alguna entradita.
Para empezar, lo que más os gusta (como a todo el mundo): algo gratis. He descubierto, casi por casualidad, que en Amazon hay algunos libros electrónicos que son gratis, no sé si es habitual, para mí ha sido una grata sorpresa, porque me gusta leer.
Lo cierto es que no lo he probado todavía, porque soy muy de libro físico, soy muy tradicional con estas cosas, me gusta pasar las páginas, el olor a papel... e ir cargada como una burra todo el día con un librote en el bolso (¿será una excusa para hacer ejercicio y bíceps?). Tampoco son las últimas novedades, pero son GRATIS.
