Una llamada: ¿Qué tal va todo esta mañana?
Evidentemente, son las palabras mágicas para empezar una discusión, a la que oigo de tu boca la respuesta: “bien, ¿y a ti?” ya sé que va a haber bronca. Pues no me apetece. Estoy muy cansada. La vida ni es tan difícil ni tan complicada.
Entiendo que estás cansado, que trabajas mucho, lo que no entiendo es que me trates mal, y tampoco quiero permitirlo. No puedo repetir más mis errores.
Querer no significa soportar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario