Hay que ser muy bueno para ser natural, no es solamente un eslogan, ayer comprobé que El Pescao es mejor al natural, y que es muy bueno. Todo ello amenizado con todos los sabores de Trina, aunque mi favorito sigue siendo el de limón, qué le vamos a hacer, soy muy clásica.
Así, al natural, a mi vera, para cuando tenía sed, que tenía un camarero a mi disposición todo el tiempo. Porque una es así de fantástica, y de estratégica, claro.
Debo reconocer que hasta que no me invitaron sabía poco de este grupo, soy así de desinformada, habitualmente. Así que me puse manos a la obra y descubrí cosas muy interesante. Sobre todo me gustó su forma de promocionarse, de usar técnicas poco habituales de marketing: hacer una flashmob, un disco solidario e incluso lo que viví ayer, un concierto organizado por Trina, de lo más íntimo y en un entorno incomparable, el jardín de la casa Ramos, un edificio modernista en pleno Barcelona.
Tal vez, lo que me gustó más fue su cercanía, a pesar de estar en el escenario consiguió tenernos a todos embelesados, o como mínimo a mí.
¡Quién pudiera vivir en un sitio así! Un edificio único, un jardín, música en directo y Trinas... la felicidad es fácil de alcanzar.