O estudio diseño o meto a mi padre a actor

No tengo ni un duro, tampoco ni pizca de tiempo, si no fuera por todo eso, fijo que me apuntaba a un Grado en Diseño. Siempre he estado rodeada de arte, mi padre lo dejó todo cuando yo era pequeña y decidió ser artista, no al estilo de Concha Velasco, por supuesto (aunque me molaría verlo cantando y bailando, voy a mandarlo a algún reality, a ver qué pasa), pero el hombre tenía una profesión frustrada, la pintura. Y ahí que se tiró de cabeza, por fortuna, no le fue tan mal.

Supongo que en parte por eso suelo lanzarme a la piscina, y es lo que hice con psicología, mi sueño durante los últimos 4 años y por fin estoy dentro y feliz (agobiadísima y saturada de exámenes, tenía que decirlo). 

Papá, ¡a ver si ahora te metes a actor y cantante y me ganas un premio!

De todos modos, tengo alguna que otra espinilla clavada, porque siempre me ha gustado el tema del diseño y más si está relacionado con el mundo 2.0. Aunque el roncador me mata si me meto en otro lío, esto tendrá que esperar, y mucho, porque sospecho que a este ritmo voy a tardar en terminar el grado. Siempre me quedará el blog y la sabiduría del roncador en estos temas... ahora que lo pienso, igual le interesa a él (nota para el marido: es algo caro, pero si pedimos beca y no volvemos a comer en meses, podemos permitírnoslo, además de quedarnos con un tipín de figurín).