Me siento segura

A mí hay ciertas cosas que ni me van ni me vienen, pero hay ciertos movimientos que me apasionan: los selfies, el movimiento sexy... y acabo de leer sobre algo que sorprende en mí por lo serio que es: el movimiento 2100. Os lo explico, pretende evitar la siniestralidad en el lugar de trabajo justamente para ese año, el 2100 (tampoco queda tanto).

¿Por qué me importa a mí esto? Pues porque mi trabajo tiene un índice muy elevado de riesgo laboral y cada vez que me viene la petarda a inspeccionar mi espacio de trabajo me suelta algo como si siempre escribo con portátil o si la luz me da de ese lado u otro... y a mí lo que me importa es que me den un ordenador con protecciones blanditas (rollo acolchado, por si me lo tiran) y que podamos estar el equipo al completo, o sea, que no reduzcan presupuestos. No os voy a contar a qué me dedico, solamente os diré que no soy espía soviética (a ver si alguien lo adivina).

 y me siento seguraaaaa...

Os doy otra pista (aunque no creo que os sirva de mucho), también trabajamos en la cocina... y ahí sí que me preocupa un montón que nos dejemos el gas encendido o que haya alguna fuga, nos iría genial un detector o analizador de gases (eso se lo digo a la petarda en cuanto la vea y le paso el enlace).

Almacenaje y orden

Hola, soy adicta a la sección de papelería, hace un día que no compro un boli... no puedo evitarlo, me ponen los lápices... tienen que ser míos, cuánto más divertidos y coloristas mejor. Eso me lleva a mi gran problema: el almacenaje de material de oficina (por llamarlo de alguna manera).

Por ello, con mi nueva faceta de recicladora, cocinitas y experimentos varios, me he propuesto pasar mis vacaciones poniendo orden en mi mesa y a mis lápices. Sé que será una ardua batalla, pero seguro que saldré vencedora. Mi opción favorita es con latas de conserva, porque me da mucha rabia tener que tirarlas y a menudo intento encontrarles otro uso.

1. MundoIkea, aunque yo usaría latas, nada de comprar. 2. Muy ingenioso, en la que hay muchas más ideas.
 
Jugando con el reciclaje, se pueden hacer maravillas con las botellas de plástico o los botes de cristal (sí, los de los pepinillos mismos). Ahí van algunas ideas que me han parecido encantadoras.

 

1. Ellebel, precioso bote de cristal y ganchillo 2. Little things, me chifla 3. Interesting engineering

Ensalada alemana de patatas

De nuevo, ataco en la cocina. Con este calor apetece comer alguna cosa fresquita, o sea, que nos alimentamos de ensaladas y echamos mano de gazpachos y de poco más. Así que me he propuesto hacer una de mis favoritas: ensalada alemana de patatas.

A ver, sobre todo porque tiene poca dificultad, poco peligro de incidentes y, por supuesto, porque la metes en la nevera y está riquísima, es de esos platos que está mejor si ya hace varias horas que se hizo (sin pasarse, que lleva mayonesa).
 
Ingredientes (para 2 personas):

• 5 o 6 patatas medianas
• 1 cebolleta o media cebolla
• Cebollino
• 2 huevos duros
• 2 salchichas
• Pepinillos (al gusto)
• Mostaza
• Mayonesa
• Sal

A por todas:

 ¿A alguien le gusta pelar patatas? ¡Qué aburrimiento!

Primero de todo, cuece las patatas con piel en una olla con abundante agua y sal. Una vez cocidas, se pelan (cuidado que quema mucho) y se cortan en cuadraditos (aunque esto va al gusto, igual os apetecen a rodajas).

Llegados a este punto, os dejo elegir, que soy muy magnánima y democrática (¿eso puede ir junto? no sé, a ver si lo consigo). Versión1: Ponerlas en un bol grande, salar con sal fina y remojar con aceite y parte del líquido de los pepinillos, se remueve o deja reposar hasta que lo absorba.
Versión2: Lo mismo, las metemos en un cuenco y les echamos algo de caldo (que se puede comprar hecho, no hace falta trabajar tanto) hasta que lo absorba, o sea, una media hora, si sobra líquido se aparta.

Bueno, hayas elegido la opción que quieras, sigues con las instrucciones. Se le añade a las patatas la cebolla, cebolleta cortadita, las salchichas a rodajas, los huevos (cocidos y cortados primero) y los pepinillos troceados. Para la salsa, mezclamos en otro bol la mayonesa y la mostaza (o lo que quieras, incluso el líquido de los pepinillos, total libertad) y se le echa al plato. Se deja reposar más o menos una hora en la nevera y... a comer.

Tarta de manzana al Lekué

Después de aproximadamente 4 meses y una boda (la mía, sí, por fin, aunque el blog sigue siendo mío), vuelvo con aires renovados. Mi intención es escribir un blog más personal en el que habrá tanto recetas como DIY, o algo parecido, porque algunas veces me sale cada churro... 

Para empezar, tarta de manzana al Lekué, a ver si le saco partido al estuche de vapor que me regalaron y, viendo el resultado, creo que no será la única receta de este estilo.

Ingredientes:

• 2 manzanas
• 50 gr de harina
• 50 gr de azúcar
• 1 huevo
• por medir, una cucharada de mantequilla
• una chucharadita de levadura

Con las manos en la masa:

Pela la manzana y córtala en pequeños cuadraditos, deshecha el corazón y la piel. En otro bol, bate un huevo y añádele el azúcar, hasta que obtengas una mezcla homogénea. Se puede hacer con unas barillas manuales, pero si tienes la suerte de que marido te ha comprado unas de eléctricas, estupendísimo, seguro que te cansas mucho menos y el pastel te apetece más.

Añade a la mezcla la mantequilla, la harina y la levadura y acaba de mezclarlo todo, tiene que quedar una especie de crema. A todo esto, le echas los trocitos de manzana (al gusto, he usado dos porque me gusta mucho, pero puedes poner solamente una). 

Y esto ya casi está, viértelo en el estuche de vapor y ponlo cerrado en el horno, que habremos precalentado a unos 18ºC. Calentarlo durante unos 15 minutos, después abrir el estuche y dejarlo unos 10 o 15 minutos más, eso depende de ti, porque tendrás que vigilar si está hecho, se quema o desastres varios. Eso es todo, ¡buen provecho!