No es por hacer méritos como futuro papá, que tú ya sabes que pese a todo lo malo que tuve como pareja, este menda será un padrecito estupendo el día que lo sea (o al menos lo intentará con todo su empeño, que es mucho más de lo que hacen la mayoría). No es por méritos, decía, pero que tiene su gracia eso de explicar las cosas como si fueran cuentos...
Érase una princesita que vivía en un reino muy muy cerquita de nuestro blog, con sus margaritas y su castillito y su gatito (como es un gato de cuento, no arañará nada -qué listo el tipo que le puso botas a su gato...;-), y todas esas cosas que tiene la familia real, por más imaginaria y de mentira que sea. (Pobre niño, a estas alturas ya me lo tienes pidiendo hora en un buen psicólogo por culpa de su papi.)
En fin, érase nuestra princesa, guapa como ella sola (argh, qué pelota soy a veces, pero tú sabes que es verdad, eh -lo de guapa, decía, lo de pelota mejor lo olvidamos-), linda relinda, y la pobre, fatalmente, se enamoró dos veces del mismo principito (en realidad, el problema es que no se desenamoró del todo), un principito malote aunque de buen corazón.
El principito en cuestión se equivocó dos veces con la princesita. Digamos que fue un príncipe tonto, por decirlo suave. Tan tonto que rompió dos veces el corazón de la linda princesita.
Pero el principito no quiso hacerle nunca daño a la princesa. Ni tampoco quiere hacerlo ahora, porque sí, la quiere con toda su alma. Ya no entiende el cuento sin la princesita. Además, los dos saben que aunque el principito no era encantador, sí que estuvo encantado (de esos príncipes que son víctima de encantamientos que a veces los convierten en sapos y otras veces en ogros).
¿Ya te has dormido? Te comprendo. ¿No quieres saber el final de la historia? Princesita y principito siguieron caminando juntos con sus margaritas y sus castillitos... y hubo mucho mucho amor. ¿Sabes lo que dijo el Brujo Pirujo? Que descanses mucho, y duermas, que la historia del principito y la princesita no conviene escribirla hasta que el encantamiento no haya desaparecido del todo. ¿Y sabes qué más dijo? Que sí, que es posible conseguirlo, que con una maestra de la terquedad como tú, era fácil aprender a hacerlo... que nada era imposible...
¿fatalmente?¿malote?¿hasta que el encantamiento no haya desaparecido del todo?....eso no pega con que el amor siga existiendo...pero ya se sabe que el amor es el amor y nunca tiene explicaciones, eso, y que aunque las tenga no las da xD
ResponderEliminarains qué lío, es el post más ambiguo que he leido, no sé por dónde pillarlo :S